Para este cuarto seminario, se nos ofreció una metodología muy diferente de lo que estamos acostumbrados, la cual captó la atención de todos.
De la mano de varios profesionales de la técnica del “Budo”, se nos presentó una experiencia única, que nos servirá para nuestro futuro profesional, así como para el bienestar común de todos nosotros.
El “Budo”, como bien nos reflejaron, se concibe como una vía de crecimiento personal, que, aunque tenga relación y contacto con las artes marciales, va más allá del conflicto. Sus orígenes los encontramos en China, desarrollado por profesionales que trabajaban en el ámbito de la espiritualidad, pero también de las artes marciales.
Esta técnica trata de fomentar la idea de antiguos guerreros orientales, donde lo más importante no era preservar TU vida, sino LA vida. Hay que eliminar los conflictos, pero siempre yendo más allá de la simple agresión.
La práctica del “Budo” trata de enseñar a “aprender a estar”, reflejándonos la idea de que no es necesaria la agresión; se debe trabajar la acción del conflicto desde el “no conflicto”. Parra llegar a ello, se trabaja en base a tres cuestiones fundamentales:
1º cuestión: el ser humano como ser orgánico, alejado de la idea de una especio de máquina.
2º cuestión: aplicar las capacidades del ser humano, siendo fundamental la utilización de las “Tres verdades”:
.Verdad universal: aquella que nos afecta a todos por igual. Ej: la ley de la gravedad.
.Verdad personal: entender el cuerpo, si importancias de condiciones ni limitaciones.
.Verdad del arte: utilizar la expresión del arte para cualquier ámbito o profesión.
3º cuestión: aceptación de la agresividad: ayudar a los demás, así como nos ayudarnos a mejorar como personas.
Poniendo en práctica todo lo que el “Budo” refleja, una de las principales cuestiones en tener en cuenta es la “no dualidad”, tratando a los demás como “nosotros”, alejados del “tú y yo”, pues ambos somos fundamentales para tratar el problema que nos incumbe.
Otro de los aspectos que se trataron, y que prestan vital importancia, es la “Teoría de los cinco elementos”, y los distintos ciclos que ella conlleva.
La “Teoría de los cinco elementos” contempla, como su nombre indica, cinco elementos (fuego, tierra, metal, agua y madera), junto con la concepción del ying-yang, entrando en juego la emoción y el sentimiento.
Los diferentes elementos que conforman esta teoría, están íntimamente relacionados entre sí, por lo que si uno se ve afectado por cualquier aspecto, directamente repercute en otro, pudiendo ser de manera positiva o negativa. De esta idea, surge el “Ciclo de producción o alimentación”, en el cual, por ejemplo, se produce ansiedad; ésta, directamente conlleva a la preocupación, a la tristeza, desencadenando en el miedo y en la ira o agresividad con posterioridad. Junto a ello, se encuentra el “Ciclo de control”, en el cual, al igual que el anterior, trabajando un aspecto puede llegar a mejorar o empeorar otro.
En la práctica, estas teorías se hacen fundamentales para llevarlas al terreno profesional, al trato con las personas y a lograr el bienestar personal.
Ante todo, hay que trabajar la capacidad de “saber escuchar”, para tener una buena información de lo que se pide, necesita, y todo aquello que nos quieran transmitir, teniendo una adecuada información para trabajar con la realidad que se nos plantea. La comunicación también se hace muy necesaria entre las personas, cualquiera que sea el ámbito o contexto a tratar, pues sin una adecuada comunicación entre los seres humanos, nunca se podrá llegar a un entendimiento y búsqueda de soluciones, derivando a la agresividad, un camino para anda correcto a la hora de abordar cualquier problema.
Desde mi opinión, este seminario ha sido muy enriquecedor en todos los aspectos, pues han tratado un aspecto que no hemos trabajado en profundidad, y menos de esta manera que se veía tan alejada de la intervención social.
Ha sido sorprendente como poco a poco nos iba “engatusando” el tema que el profesional trataba; como con sus palabras nuestro cuerpo se llenaba de buena energía y nos hacía tener un mayor interés por saber que vendría después de tal mágico discurso.
Nos costará mucho volverá a tener un seminario tan lleno de buena energía y sabiduría.
Para terminar, no me quiero dejar en el tintero dos magnificas frases que recapitulé de la exposición ofrecida, y que nos darán mucho que pensar.
“ La verdadera práctica es sin mérito; todo lo que se haga en la vida deber ser sin ánimo de provecho”.
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“ Las cosas si no tienen función pierden su sentido”.