Desde que el bebé empieza a interesarse y mostrar curiosidad por los colores, ruidos y texturas que le ofrece el nuevo mundo, hasta aproximadamente los 3 años, los juguetes son los mismos para niños y niñas, (peluches, juegos musicales, juguetes que despierten y desarrollen habilidades asociativas, etc.).
Aunque se da un intento donde la publicidad tiende cada vez a ser menos sexista, sin embargo basta con mirar un catálogo de juguetes (por no mencionar los anuncios en la televisión), para comprobar la asociación establecida:
- Las niñas juegan con muñecas y cocinitas, todo en color rosa o pastel, emulando a princesas delicadas o cariñosas mamás, todo ello plasmado en un fondo de papel digno de la “Barbie” (rosa, rosa, rosa).
- y los niños se entretienen con coches, camiones, figuras de lucha y acción (hay que acabar con el enemigo a base de fuerza y violencia); para ello se utiliza tonos oscuros, que representen la maldad y fuerza.
Tan bien establecida esta la distinción, que si una niño quiere ver que se pedirá para Reyes, el padre o la madre le abre le catalogo por donde las páginas nos sugieren lo mejor para ellos (rosa o azul). Y todavía existen casos donde es mejor que un niño no se pida una cocinita; lo mejor es que en la realidad, los chefs más reconocidos son hombres, por poner un ejemplo.
Los niños tienden a imitar lo que ven en sus mayores (padres, madres, y allegados); y sobretodo, se dejan influenciar por lo que ven en los medios de comunicación.
Si un niño ve que sus padres están cuidando a su hermano menor, dándole de comer con el biberón y sacándolo a pasear, querrá hacer lo mismo; al igual que si una niña ve que sus compañeros de clase juegan al futbol, queriendo unirse a ellos; o que juega con uno de sus vecinos a los coches teledigiridos. ¿Y qué pasa si llega esta niña y se pide uno por Reyes?
A continuación dejo aquí la huella de otra gran campaña publicitaria, de nuevo equivocada, de una de las marcas más conocidas del mercado de juguetes.
No he podido localizarla ni en la página oficial de la marca, ni en el conocido Youtube, pero seguro que muchos los han visto anunciado en la televisión. Se trata de un coche teledirigido de juguete, dirigido para niños (en su sentido masculino); Chicco nos transmite que con este juguete “¡puedes conducir como papá!”.
Ante él, solo puedo decir que mi mamá también conduce.
Aunque se da un intento donde la publicidad tiende cada vez a ser menos sexista, sin embargo basta con mirar un catálogo de juguetes (por no mencionar los anuncios en la televisión), para comprobar la asociación establecida:
- Las niñas juegan con muñecas y cocinitas, todo en color rosa o pastel, emulando a princesas delicadas o cariñosas mamás, todo ello plasmado en un fondo de papel digno de la “Barbie” (rosa, rosa, rosa).
- y los niños se entretienen con coches, camiones, figuras de lucha y acción (hay que acabar con el enemigo a base de fuerza y violencia); para ello se utiliza tonos oscuros, que representen la maldad y fuerza.
Tan bien establecida esta la distinción, que si una niño quiere ver que se pedirá para Reyes, el padre o la madre le abre le catalogo por donde las páginas nos sugieren lo mejor para ellos (rosa o azul). Y todavía existen casos donde es mejor que un niño no se pida una cocinita; lo mejor es que en la realidad, los chefs más reconocidos son hombres, por poner un ejemplo.
Los niños tienden a imitar lo que ven en sus mayores (padres, madres, y allegados); y sobretodo, se dejan influenciar por lo que ven en los medios de comunicación.
Si un niño ve que sus padres están cuidando a su hermano menor, dándole de comer con el biberón y sacándolo a pasear, querrá hacer lo mismo; al igual que si una niña ve que sus compañeros de clase juegan al futbol, queriendo unirse a ellos; o que juega con uno de sus vecinos a los coches teledigiridos. ¿Y qué pasa si llega esta niña y se pide uno por Reyes?
A continuación dejo aquí la huella de otra gran campaña publicitaria, de nuevo equivocada, de una de las marcas más conocidas del mercado de juguetes.
No he podido localizarla ni en la página oficial de la marca, ni en el conocido Youtube, pero seguro que muchos los han visto anunciado en la televisión. Se trata de un coche teledirigido de juguete, dirigido para niños (en su sentido masculino); Chicco nos transmite que con este juguete “¡puedes conducir como papá!”.
Ante él, solo puedo decir que mi mamá también conduce.