En esta nueva exposición, se nos presentó otro de los temas que muy pocos o casi ninguno ha tratado durante nuestros años universitarios, pero que ya lo tocamos con una actividad que nos propuso la profesora; se trata de las personas con Síndrome de Down.
Para comenzar, se expuso un video en el cual se recogía las opiniones de varias personas a cerca de que es lo que conocen sobre esta patología y sus consideraciones sobre las personas que con tal síndrome. Como bien señalaron posteriormente, se echó en falta el relato de la vida y experiencia del día a día de una persona que presente este síndrome, para contrastarlas con la opinión de la “sociedad”.
Como bien se reflejó durante toda la exposición, cada persona es única, y aunque se han señalado unos rasgos propios de las personas con Down, todo depende del grado y características de dicha persona.
Al igual que en las anteriores exposiciones, se trataron los puntos clave del trabajo realizado previamente, informándonos de la legislación existente (muy precaria referente a este colectivo), los factores de riego de marginación, la iniciativa social existente, y el papel del educador social a la hora de trabajar con personas de estas características.
Posteriormente nos ofrecieron un vídeo del conocido Pablo Pineda, actor revelación en el festival de San Sebastián, reconocido y premiado como el mejor actor por su debut en la película “Yo también”. La revelación no fue solo por sus grandes dotes artísticas, sino por ser un actor con esta patología tratada. Como pudimos ver, se trata de una persona con limitaciones, pero que también realiza actos como otra persona de la vida diaria, y aunque no constituya el prototipo de persona con Síndrome de Down que todos tenemos en nuestra mente, es un ejemplo de superación y de ver como cualquiera con sus características puede abrirse paso en este mundo.
Otros ejemplos de experiencias vividas corrió a cargo del centro psicopedagógico “Enlace”, que gracias a su directora pudimos ver otra visión de las personas con Down, junto con cuatro alumnos del centro, dos de ellos con deficiencias psíquicas y los otros dos con la patología comentada durante todo el trabajo.
Mediante sus testimonios nos dimos cuenta de que también existen diferencias en cuanto a unos y otros, sobre todo a la hora de salir y relacionarse con otras personas que no sea de su entorno allegado. También se observó la precariedad y falta de inserción laboral, pues es muy bajo el porcentaje que actualmente ocupa un puesto de trabajo, aún presentando las mismas características o mejor, que cualquier otra persona.
Lo que más me llamó la atención fue un último video que los compañeros compartieron con nosotros, llamado “El mundo al revés”. En él, se reflejó como sería la sociedad si la mayoría de las personas tuvieran Síndrome de Down y muy pocas no lo tuvieran. Con ello, quedó plasmado con claridad el trato asistencialista que todavía se les ofrece por el simple hecho de presentar esta diferencia con respecto a los demás. Aunque precisan un trato algo más diferente, no se les puede tratar como incapacitados totales.
Finalizando, y como ha observado durante toda la exposición, este colectivo también precisa de una mejora en cuanto a los recursos ofrecidos, y un cambio en cuanto a la concepción que se tiene de ellos, para paliar de alguna manera el aislamiento social entre nosotros mismos.