domingo, 6 de junio de 2010

"Prostitución y marginación / Entorno carcelario"


Para no perder la costumbre, seguimos con dos nuevas exposiciones, ambas del M1.

El primer grupo a exponer trató el tema de la prostitución y la marginación, comenzando con una lluvia de ideas junto con todos los compañeros a cerca de conocer la opinión sobre si este colectivo se encuentra desadaptado y por qué, llegando a la conclusión de que la exclusión social que sufren viene derivada por la profesión que ejercen.

Una vez reflejadas las primeras impresiones, se nos presentó un video realizado por el grupo a exponer donde sus miembros, Óscar, Lorena, Sandra y Jessica explicaban al estilo “Callejeros” los diferentes aspectos del colectivo; así pues, reflejaron la idea de que en nuestro país quien más ejerce la prostitución son las mujeres y el ámbito más solicitado es la calle. Un dato significante fue que el 90% del colectivo son mujeres extranjeras o inmigrantes y que al año se recauda un total de 180.000€ de dinero “negro”, posicionándose por encima del tráfico de armas y drogas.

En lo referente al marco legal que incluye al colectivo de personas que ejercen la prostitución, se hallan tres modelos:

- Abolicionista: condena a aquellas personas que se benefician de quien ejerce la prostitución.

- Revisionista: condena a quien ejerce y hacen uso de la prostitución, siendo libres las terceras partes.

- Reglamentarista: se guía por medio de las regulaciones de cada territorio, no suele haber condena.

En España se da una mezcla del primer y segundo modelo, teniendo en cuenta siempre que la prostitución no se encuentra legalizada ni regulada.

También se hablo de las diferentes actuaciones que se llevan a cabo con este colectivo en la localidad de Sevilla, bajo la coordinación institucional, trabajándose sobre todo en materia de salud. Dentro de estos recursos y servicios, donde se da la presencia del educador social, podemos encontrar:

- Aula Triste.

- ANTARIS: centro de reducción de daños; se encarga de la acogida y encuentro; ofrece asesoramiento, protección, hábitos de higiene, y demás servicios para reducir los riesgos que puedan derivarse de la práctica de la prostitución.

- Colectivo “La calle”.

- Mujeres entre mundo.

- Villa Teresita: asociación de acogida, con las mismas finalidades que ANTARIS.

Siguiendo la explicación mediante el video, se expuso una entrevista a una “supuesta” prostituta, cuyo ámbito de trabajo era “La Macarena”; ella explicaba que ejercía su trabajo sin obligación de nadie; también comentaba la difícil situación en la trabajaban, donde cada día aumenta la marginación por una serie de factores de riesgo (la desvinculación de la familia, el consumo de drogas, la desprotección, etc.). Junto con ello, explicó los recursos a los que se podían acceder, recalcando la acción de ANTARIS y Villa Teresita, ya comentadas con anterioridad.

Finalizando el video, pudimos conocer la opinión pública sobre la regulación y legalización de este colectivo y su papel en la sociedad, concluyendo en que no se da una opinión generalizada sobre que sería mejor para el colectivo y para la sociedad.

Como conclusiones del grupo de trabajo, se afirmó ¡por fin!, la existencia de la figura del educador social tanto en las asociaciones como en otras entidades que trabajan con el colectivo de prostitución, y que aunque son las mujeres la mayor parte de la población que ejerce tal trabajo o servicio, no hay que olvidar que también se pueden encontrar hombres, y que la edad de ambos puede ser muy diversa.

Para dar una mayor participación a la clase, se realizó como última pincelada a la exposición, un debate referido a que solución sería más acertada para paliar la situación de marginación que sufren las personas que ejercen la prostitución como modo de vida o subsistencia. Se escucharon muchas opiniones, pero la más mayoritaria fue la idea de legalización de esta práctica para alejar a quien la practique de todo hecho de exclusión, pero a mi parecer, también habría que sopesar las consecuencias que traería esta acción, y si de verdad llegaría a combatir la exclusión o si por el contrario, se produciría más. ¿Nadie ha pensado que se seguirían aprovechando de aquellas personas que ejercen la prostitución?







En segundo lugar, expusieron el grupo cuyo trabajo estaba encaminado en el entorno carcelario.


Expusieron en primer lugar dos videos muy diferentes, donde se mostraban ideas distantes sobre lo que se concibe y lo que es en realidad un centro penitenciario; posteriormente se comentó cual de las dos realidades es la más acertada, optándose por el estereotipo que se tienen de las prisiones, las cuales deben ser frías, oscuras, sucias…

Una vez entrados en materia, y con algún conocimiento de ella gracias a uno de los seminarios que abordaba esta temática, se habló de la normativa penitenciaria (Constitución Española, Ley orgánica Penitenciaria y reglamento Penitenciario Real Decreto), los cuales abogan por una reeducación y reinserción social de los presos. Junto a ello, se nos explicaron los diferentes regimenes de privación de libertad (cerrado, ordinario, abierto y libertad condicional), relacionados con el tipo de delito, los antecedentes y otros aspectos a tener en cuenta.


Dentro del colectivo de personas exentas de libertad, se da un determinado perfil, donde predominan los hombres de entre 26 y 30 años de edad, con bajo nivel educativo y alto desempleo, y cuyos delitos van contra el patrimonio o el orden socioeconómico, la salud pública o la libertad sexual.

Entre los factores de riesgo, los principales vienen derivados del ingreso en el centro, dándose una falta de seguridad personal, tanto física como psíquica; problemas con las drogas y el alcohol; desarraigo familiar y la vuelta al contexto de origen. Las problemáticas a las que deben de hacer frente son el aislamiento social, la falta de acceso a los recursos e inserción laboral, el consumo de drogas, junto a la depresión y a los problemas mentales.


A la hora de gestionar los recursos y servicios para este colectivo, se da una descoordinación entre los servicios médicos de las prisiones, el S.A.S, y los SS.SS.


Para seguir con la exposición, pudimos ver un video sobre una entrevista realizada al jefe de mantenimiento del centro de inserción laboral en Algeciras, quien comentaba que había numerosas actuaciones encaminadas a lograr la reinserción de éstas personas, pero al volver a su contexto de origen, todo se desvanecía.


En el apartado de buenas prácticas, se habló del centro de inserción social “Manuel Montesinos y Molina”, así como del “Programa para mujeres maltratadas”. Junto con ello, se comentó la labor que lleva a cabo los SS.SS. penitenciarios, como la integración en la comunidad mediante el trabajo con el entorno social, la familia y el individuo; acciones formativas, orientación laboral y acompañamientos sociolaboral.


Un nuevo punto a comentar, y que creo que hasta el momento no se ha realizado, es la historia del educador social en este ámbito, y su acceso al puesto. En un primer momento, se constituían como funcionarios del “cuerpo especial de instituciones penitenciarias”, más tarde pasaron a ser funcionarios del grupo de ayudantes hasta convertirse en miembros de la Junta de tratamiento y del equipo técnico, reconocidos como educadores sociales y ejerciendo laborales tales como funciones en colaboración con otros profesionales, seguimiento de cada caso, favorecer los medios de reinserción, seguimiento institucional y postinstitucional, etc.


Concluyendo con la exposición, se reafirma la imagen distorsionada que se tiene de los centros penitenciarios y de la labor que se realizan en ellos, así como una falta de programas y proyectos que logren la reinserción de éste colectivo que tanto se busca pero que no se llega a conseguir al no tener en cuenta otros aspectos fundamentales (entorno familiar, social, recursos disponibles…).


1 comentario:

  1. ¡Claro que con una regulación se seguirían aprovechando de ellas! Si yo no quiero que acabe la explotación, o bueno, si querría pero sé que es imposible. Desgraciadamente vivimos en una sociedad donde es inevitable pagar impuestos.

    Lo que deseo es que esta extorsión esté limitada, poner coto a la arbitrariedad con la que se produce. La ley no debería servir sólo para poner obligaciones a los ciudadanos, sino también (y sobre todo) para protegernos frente a los abusos y desmanes de los proxenetas.

    Por eso la legalización que quiero es una que establezca claramente las atribuciones de los poderes públicos e impida su actuación discrecional. Vale, hemos de pagarles. Pero lo que establezca la Ley Y NI UN CÉNTIMO MÁS.

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